"No confíen en nadie, que ni el hombre más poderoso es capaz de salvarlos...

... Cuando ese hombre muere,
se vuelve polvo;
y ese día mueren con él
todos los planes que hizo."

Salmos 146:2-4
Traducción en lenguaje actual (TLA)

No es que desconfiemos de las intenciones de quienes intentan hacer algo por su comunidad, ciudad o país, pero el texto arriba citado expone claramente la desdicha de los pocos que intentaron hacer del mundo un lugar mejor. Mas bien, como dijo un sabio rey de la antigüedad la historia esta llena de episodios donde "el hombre ha dominado al hombre para su propio mal."

Pensemos por un momento en las personas que prometían ser buenos lideres, en quienes las masas pusieron su confianza pero terminaron defraudándolas. Quizás porque el engranaje del sistema político o económico no les permitió realizar lo que tenían planeado, o simplemente terminaron seducidos por la ambición al dinero y poder.

Se han concebido muchas formas de gobierno, pero  todas han fracasado en lo relacionado con traer verdadera paz y seguridad, y es aquí donde se cumplen las siguientes palabras: “Bien sé yo, oh Jehová, que al hombre terrestre no le pertenece su camino. No pertenece al hombre que está andando siquiera dirigir su paso”. (Jeremías 10:23.)

Ahora, tal vez se llegue a la conclusión de que somos antagonistas de todas las formas de gobierno, sin embargo el articulo ¿Por qué no se involucran los testigos de Jehová en asuntos políticos? expone claramente porque no suponemos un peligro a la seguridad nacional de ningún pueblo.