¿Sigue siendo la paciencia una virtud?

La paciencia, la mayor virtud, se ve opacada por la cultura de la gratificación inmediata. Esto nos lleva a buscar resultados rápidos y eficaces, perdiendo la capacidad de disfrutar el momento presente. La impaciencia, según La Gaceta de Canadá, refleja una falta de atención y aprecio por lo que vivimos. 

Sin embargo, los beneficios de la paciencia son invaluables. Proverbios 14:29 nos enseña que la paciencia trae discernimiento y un corazón calmado, mientras que la impaciencia muestra falta de sabiduría. La revista Mexicana de Cardiología respalda esto, indicando que la prevención de enfermedades coronarias incluye el manejo de la ira y la hostilidad.

Además, Proverbios 21:5 destaca que la paciencia conduce al éxito, mientras que la precipitación lleva a la pobreza. La paciencia nos ayuda a tomar decisiones acertadas (Proverbios 25:15) y a priorizar el amor y la bondad (1 Corintios 13:4), fortaleciendo nuestras relaciones familiares y amistades.

La verdadera felicidad, según Salmo 112:1, se encuentra en la adoración a Jehová. La paciencia es clave en este aspecto, ya que nos permite mantener una conducta ejemplar (1 Pedro 2:12), predicar con apacibilidad (1 Pedro 3:15) y mantener una buena convivencia (Colosenses 3:13; Romanos 12:10).

En resumen, la paciencia nos brinda buena salud, decisiones acertadas, relaciones sólidas y, sobre todo, una conexión profunda con lo divino. Ser pacientes nos asegura la felicidad presente y futura.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Imitemos a los que esperaron con anhelo: Ana

¿Qué estamos esperando?

La "resurrección" un triunfo sobre la.muerte.